lunes, 14 de febrero de 2011
Asignatura optativa: resumen de la clase de presentación del curso
La primera clase estuvo dedicada a comentar el título de la asignatura -Mitos y dioses de la arquitectura- y a precisar la finalidad u objetivo de ésta.
El curso se centra en la arquitectura y el urbanismo de culturas antiguas, pero no se trata de un curso de arqueología.
Lo que se pretende es comentar lo que se denomina "imaginario arquitectónico antiguo", esto es, la imagen que determinadas culturas antiguas tenían o se hacían de la arquitectura (el espacio construido o habilitado) y de la figura y el trabajo del arquitecto o constructor.
Finalmente, el posible interés del curso tampoco se limitaría a estudiar o valorar este imaginario antiguo, sino que residiría en ver si nuestro propio imaginario arquitectónico (la imagen que nos hacemos del obrar del arquitecto, su papel en la sociedad, y del resultado de su trabajo: la obra de arquitectura o urbanística) está entroncado con el antiguo, o se explica mejor si se compara con aquél. De algún modo, el curso versaría sobre las raices de nuestros juicios arquitectónicos, sobre nuestra valoración de la arquitectura, sobre los esquemas o imágenes mentales que condicionan y encauzan nuestro juicio, positivo o negativo, al mismo tiempo que lo hacen posible.
Las culturas cuyo imaginario comentaremos son las principales culturas antiguas mediterráneas: Egipto, Mesopotamia, Grecia, Roma y el Cristianismo primitivo (la llamada Antigüedad tardía). Sin embargo, eso no es óbice para que no se hagan referencias a otras culturas antiguas (precolombinas, del sud-este asiático, etc.) y tradicionales (culturales actuales de pueblos sin escritura y "pretecnológicos").
¿Cómo se puede estudiar o valorar el imaginario -antiguo o moderno-?
A través de las imágenes arquitectónicas que se producen: hoy, en novelas, poesías, películas, video-arte, pintura, etc. Imágenes que nos dan una "idea" de cómo reaccionamos ante nuestro entorno construido; imágenes que reflejan nuestra reacción, de empatía o antipatía, ante (y en medio) de aquél.
Para culturas antiguas, el imaginario se descubre también a través de o en imágenes plásticas y literarias. Es decir, a través de lo que se denomina la iconografía (el conjunto de imágenes plásticas referidas a la arquitectura y a la relación del ser humano con ésta, imágenes procedentes de frescos, cerámicas, impresiones, relieves, etc.), y la mitología (el conjunto de textos que aluden a construcciones originarias o modélicas, que eran tomadas como modelos o refrentes por los arquitectos de la época). Estas imágenes literarias míticas o mitológicas se hallan en relatos y poemas: mitos, poemas épicos, leyendas, sagas, cuentos, etc. En estos textos y en estas imágenes se describen acciones constructivas consideradas modélicas, es decir no llevadas a cabo por humanos.
Eso nos lleva al segundo sustantivo del título del curso: los dioses. ¿Por qué referirnos ellos? El nombre, en verdad, no es el adecuado. No nos referiremos exclusivamente a divinidades; también mencionaremos a héroes y antepasados, y a monarcas: es decir, a seres sobrenaturales, que no son, o ya no son humanos. ¿Por qué?
La arquitectura que producía una imagen memorable, la que era recordada, admirada, e imitada no era la arquitectura de cada día, sino la que se había erigido en tiempos no humanos, los tiempos de los héroes. Fueron los seres de otro tiempo quiénes fundaron las ciudades y construyeron los primeros edificios -o inspiraron la construccion de edificios históricos- que eran considerados modélicos. La "verdadera" arquitectura no era tarea humana, sino sobrehumana. No importa que esas atribuciones no fueran ciertas; lo que cuenta es que se creyera en ellas.
¿Pensamos hoy de manera muy distinta? ¿No tenemos "idealizados", "heroizados" a los más grandes arquitectos? Incluso, algunos, alcazan la santidad, es decir, una condición sobrenatural, precisamente por la obra inaudita que emprendieron y, sobre todo, la imagen que nos hemos forjado de su trabajo y de su obra.
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