viernes, 5 de marzo de 2010

ASIGNATURA OPTATIVA: Resumen de la clase del 2 de marzo de 2010. La supervivencia de los ritos


La construcción de un edificio de cierta importancia, aún hoy en día (al menos en países mediterráneos y en Sudamérica) se abre con un rito: la ya comentada ceremonia de colocación de la primera piedra, presidida por relevantes representantes políticos (monarcas, presidentes, ministros, alcaldes, etc.) y consistente en la deposición en lo hondo e la tierra de una serie de elementos debidamente orotwgidos y empaquetados.

Aunque el significado de esta acción se haya ido diluyendo, comparándola con rituales antiguos (mesopotámicos, egipcios, griegos, romanos, etc.), cuyo desarrollo y simbolismo están bien detallados, se puede adivinar que, al principio, al menos, este acontecimiento tenía una doble función: contentar a los poderes de la tierra para que no se opongan a la ocupación de "su" espacio por los cimientos del edificio, y retrotraer, repitiendo los gestos de los dioses creadores, el momento inicial de la creación, a los inicios del mundo, cuando éste fue concebido, a fin que el edificio pueda tener la misma vida intensa y duradera que todo lo que se creó en los inicios del cosmos.

Una vez la construcción ha alcanzado su altura máxima, un nuevo ritual precede el acabado del edificio. Este rito se compone de dos partes: una comida ingerida en común por todos los que intervienen en la obra, que tiene lugar en lo alto del edificio, y que tiene como doble finalidad dar gracias a las potencias superiores por no haberse opuesto a la construcción, y animar al edificio, tratado no como un convidado de piedra sino como un miembro más, un miembro vivo, de la comunidad; y el alzado de una bandera en un mástil hincado en lo alto el edificio.

Se ha dicho que la bandera es una señal que advierte al vecindario que el edificio ha alcanzado su altura máxima, lo celebra. Es cierto que este rasgo no debe serr pasado por alto. Sin embargo, el alzado de una bandera es un gesto relativamente reciente. Sustituye a una acción similar, con un objeto distinto: la colocación de una rama reciénj cortada. ¿Por qué ? El significado parece habarse perdido; no así el acto: http://www.skyscrapercity.com/archive/index.php/t-162727.html


En este caso, la rama, que tenía que tener todas sus hojas verdes -y que significaba que el edificio era como un árbol, un organismo vivo capaz de cobijar a quien se refugiara bajo su copa o techo- era, al igual que los planos, periódicos, monedas y fetiches, junto con posibles alimentos o seres sacrificados -recordemos el feto de llama utilizado en la colocación de la primera piedra del edificio Forum, de Herzog & de Meuron, en Barcelona- una ofrenda a potencias sobrenaturales. Sin embargo, en este caso, éstas no moraban en el inframundo sino en las regiones celestiales. Por tanto, la rama era ofrendada a los poderes del cielo para que aceptaran la presencia del edificio que se alzaba, de manera que no debía ser considerada amenazadora (contrariamente a la torre de Babel bíblica), en dirección hacia dichas potencias.


La construcción de un edificio, por tanto, se enmarca en unos ritos que revelan los temores de los humanos cuando construyen ya que son conscientes que compiten con los poderes sobrenaturales lo cuales, eventualmente, pueden sentirse inquiertos por las crecientes prerrogativas humanas y decidir derribar lo que apunta hacia ellos.


Apéndice:


EL PUENTE DE ARTA

Canción tradicional griega que narra un sacrificio fundacional.

Relatado por Mircea Eliade: Lo sagrado y lo profano:






Véase también:



"Cuarenta y cinco maestros y sesenta aprendices ponían los cimientos de un puente en el río de Arta.Todo el día lo levantaban, por la noche se venía abajo.Se lamentan los maestros, lloran los aprendices.-¡Qué dolor de nuestros esfuerzos, qué pena de nuestro trabajo!¡Todo el día levantándolo, para que por la noche se venga abajo!Pasó por allí un pajarillo y se sentó frente al río.No cantó como pájaro, ni como golondrina tampoco,que cantó con voz humana, y de esta manera decía:-Sin el alma de una persona dentro, el puente no se asienta.Y no la de un huérfano, ni de un extranjero, ni un caminante,sino la de la bella esposa del maestro de obras,que trae la comida al alba y bien entrada la noche.Lo oyó el maestro de obras y se sintió morir.Manda recado a la juncal muchacha con el ruiseñor:“Que se vista y se cambie con lentitud, con lentitud traiga la comida,con lentitud vaya a cruzar el puente de Arta”.Pero mal entendió el pájaro, y de otro modo le dijo:“Vístete deprisa, deprisa cámbiate, deprisa lleva la comida,deprisa ve a cruzar el puente de Arta”.Allá que aparece por el camino blanco.Al verla el maestro de obras, se le parte el corazón.Desde lejos los saluda, de cerca les dice:-Hola, saludos, maestros, y a vosotros, aprendices.¿Qué tiene el maestro de obras, que está tan afligido?-Se le ha caído el anillo en el primer arco,y ¿quién entrará y saldrá para encontrar el anillo?-Maestro, no te disgustes, que yo iré a traerlo,yo entraré y saldré para encontrar el anillo.Ni bajó del todo ni llegó a la mitad.-Súbeme con la cadena, mi bien, súbeme con la cadenita,que he revuelto cielo y tierra y no he hallado nada.Uno enfosca con la paleta, otro con la cal,va el maestro de obras y arroja una gran piedra.-¡Ay de nuestra estrella, pena de nuestro destino!Tres hermanas somos, las tres malhadadas.Una construyó el Danubio, otra el Eúfrates,y yo, la más pequeña, el puente de Arta.Igual que tiembla la hoja del nogal, tiemble el puente,igual que caen las hojas de los árboles, caigan los caminantes.-Muchacha, cambia tus palabras y echa otra maldición,que tienes un único hermano, no vaya a ser que pase.Y ella cambió sus palabras y echa otra maldición.-Si tiemblan los fieros montes, que tiemble el puente,y si caen las aves silvestres, que caigan los caminantes.Que tengo un hermano emigrante, no vaya a ser que pase".

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