jueves, 25 de febrero de 2010

ASIGNATURA OPTATIVA: Resumen de la clase del 23 de febrero de 2010

Fetos de llama en un mercado en Perú utilizados en un sacrificio de construcción


Recién casados entrando por vez primera en su nuevo hogar: el novio impide que su mujer sea la primera en pisar el suelo (so pena que el edificio se cobre la vida de aquélla para dotarse de la energía -necesaria para proteger a los ocupentes- que no le ha sido ritualmente entregada).


La clase estuvo dedicada a seguir describiendo y comentando el simbolismo de un rito fundacional, aún practicado hoy en día en varios países, como inicio de las obras de construcción de un edificio, habitualmente, con fondos públicos: la ceremonia de colocación de la primera piedra.
Se mostró que dicho ritual, protagonizado, no por los responsables de la obra -arquitectos, constructores y promotores- sino por los representantes políticos que han encargado la construcción y gestionan la financiación, tiene unas raíces que se remontan a los inicios de la historia, hacia el 3500 aC., y ha mantenido, aunque ya no se sepa bien porqué se lleva a cabo ni qué significa, el simbolismo que acarrea.
Este relevante acto se basa en una doble creencia: su práctica protegerá la obra que se va a construir, protección garantizada porque gracias al rito, la construcción se retrotrae a los inicios de la creación del cosmos.
Gracias a la deposición de tres tipos de objetos, colocados habitualmente en un cilindro de aluminio herméticamente cerrado, insertado en una hendidura, previamente abierta, en un bloque paralelepipédico de piedra o de hormigón (la llamada "primera piedra") que se situa en una zanja en la que, posteriormente, se hincarán los cimientos del edificio, se pretende que la "suerte" favorezca la construcción.
Se trata, pues, de un acto mágico-religioso. Los elementos entregados a la tierra tienen como fin ganarse la confianza de los poderes ctócnicos (del mundo inferior) y lograr que acepten que una parte de su "espacio" sea ocupado por los fundamentos del edificio.

A su vez, la copia de los planos de la obra, guardados en el cilindro, actúan como los gérmenes de la obra -cuyos datos, necesarios para la construcción, están contenidos en su totalidad en la memoria gráfica y escrita del proyecto-, que, una vez concluido el ritual, podrá alzarse sobre y desde las trazas o marcas que los planos contienen.
Este ritual se basa en la creencia que un edificio es un organismo vivo que brota de la tierra. Ejecutado para ofrecer un techo protector a los humanos, necesita ser capaz de defenderlos de las inclemencias y los enemigos, de cuanto pretenda atentar contra la vida de los habitantes. Pero solo un ente vivo podrá oponerse con seguridad a aquéllos. Por tanto, es necesario garantizar que el edificio sea fuerte, esté lleno de fuerza, tenga vida, esté animado. Dicha energía o alma deberá serle entregada.
Por este motivo, los rituales de fundación venían precedidos, en culturas antiguas, de sacrificios de entes vivos (animales -como aún se practica hoy en el Próximo Oriente, y en sociedades andinas, aunque a escondidas de los poderes públicos-, o incluso humanos, en sociedades antiguas, como ha acontecido incluso, ocasionalmente, en la Europa anterior al siglo XVIII). Las vidas sacrificadas eran transferidas a los edificios los cuales, desde entonces, eran capaces, en tanto que cuerpos vivos, de garantizar la vida de los ocupantes.

miércoles, 24 de febrero de 2010

ASIGNATURA TRONCAL (MAÑANAS): Resumen de la clase del 24 de febrero de 2010



John Baldessari: I Will not Make Any More Boring Art (1971)



Las condiciones para una correcta interpretación de la obra de arte: tal ha sido el tema de la clase de hoy (que se completará durante la siguiente).

Se ha mostrado que discernir el contenido de una obra, a través de su forma, plantea una serie de problemas.
El primero y básico reside en que no siempre la obra de arte (dentro de la tradición occidental, al menos) es fácilmente reconocible. Existe obras contemporáneas indistinguibles de elementos naturales (piedras, ramas, etc.) o de objetos cotidianos. Pero, incluso en el caso de un cuadro o una escultura clásica" de estilo naturalista, no siempre se puede saber de antemano qué partes son candidatas a ser interpretadas (deben ser tenidas encuenta a la hora de "leer la obra): así, un marco, un bastidor, una peana, una vitrina, elementos que tradicionalmente acompañan a la obra (la protegen o la enmarcan) pero no hacen parte de ella, pueden llegar a ser componentes significativos: el pintor y escultor francés de finales del s. XIX Gauguin, ocasionalmente tallaba y pintaba marcos para sus cuadros, cuyas escenas podían incluso extenderse más allá de los límites de la tela, sobre el marco, el cual se convertía en soporte de una imágen y, por tanto, mercedor de ser analizado.

A continuación, se ha mostrado que, una vez identificada la obra cuyo contenido debe ser descifrado, es necsario poseer de nuevo una serie de datos previos antes de proceder a una lectura de la obra.

De este modo, se confirma que la creencia en que una correcta aproximación a la obra de arte tiene que realizarse sin ningún conocimiento previo, a fin de que dichos datos no alteren o condicionen la lectura, se revela cuestionable o falsa. La mirada "inocente" o "limpia no ve nada. Sin una serie de datos o de nociones, no solo la lectura sino incluso el propio reconocimiento de la obra (en medio de múltiples objetos y enseres que son hacen parte del mundo del arte) es problemático o imposible.

Estos datos que ayudan a una correcta "lectura" de la obra de arte son aportados tanto por la Historia cuanto por la Composición. La Historia fecha la creación. De este modo, evita que la interpretación sea falsa, creyendo descubrir en la obra contenidos que nunca pudieron ser vertidos. Por otra parte, los rasgos estilísticos y compositivos, la grafía y el estilo que la Composición -por comparación con otras obras, entre las que destacan las de un mismo artista-, desvela, ayudan a identifar el período en qué dicha obra fue compuesta y, en ocasiones, el nombre del artista, un dato que, necesariamente condicionará mi mirada (y que ayudará a interpretar acertadamente la obra). Así, un nombre de un artista reputado quizá lleve a reconsiderar la obra analizada, deteniéndose el intérprete o el teórico más tiempo, sabiendo que dicho artista fue incapaz, hasta donde se puede saber, de obras menores. La fama, en el arte como en la vida, es un poderoso acicate.

El contenido que la Estética o Teoría del Arte desvela, sin embargo, no valora la pertinencia o interés tanto de la idea expresada cuanto de la manera a través de la cual dicho contenido ha sido sensiblemente traducido.
Esta tarea reacae en la crítica que, como su nombre indica (crítica deriva de crisis que, en griego, designa la acción de distinguir, reconocer o juzgar), emite un juicio de valor sobra la idoneidad -el interés, la relevancia- de la obra.

Sin embargo, así como tres de las aproximaciones a la obra de arte, histórica, estilística o compositiva, y estética o teórica, se abordan en los estudios de arquitectura en la ETSAB, la crítica solo entra en los planes de estudios del tercer ciclo.

martes, 23 de febrero de 2010

ASIGNATURA OPTATIVA: La vida del patrón de los arquitectos (2)


Dibujos: Jorge Raedo


"Clicar" sobre el segundo vídeo empezando por la parte superior de la última columna, a la izquierda. La imagen es un dibujo infantil de un barco de vela

lunes, 22 de febrero de 2010

ASIGNATURA OPTATIVA: La vida del patrón de los arquitectos


Nota: fijémonos en la escuadra que Tomás porta (convertida en uno de los atributos del arquitecto -y del geómetra-, junto con el compás)

Extracto del capítulo dedicado a Tomás del texto de Santiago de la Vorágine: La leyenda dorada:


Nota: La leyenda dorada, escrita por un monje genovés en el siglo XIII, es uno de las numerosas recopilaciones de vidas de santos (históricos y legendarios) y figuras de la corte celestial (entre las que se halla el apóstol Tomás que, sin duda, nunca existió), realizadas en la Edad Media. Destaca porque fue la que más éxito tuvo, y constituyó en uno de los dos libros de referencia de los artistas a partir del Renacimiento, junto con las Metamorfosis del poeta latino Ovidio (utilizadas, no para la pintura religiosa para la cual el libro de cabecera era La leyenda dorada, sino para la pintura mitológica) .

La Leyenda dorada recopila infinidad de historias sobre personajes de la religión cristiana que circulaban en cuentos, leyendas, dichos populares, textos apócrifos, la Biblia, etc.
Éste es el texto más importante sobre el imaginario del arquitecto.
El resto de los textos proporcionados en "entradas" posteriores (fragmentos del Libro de Enoch, de la Vida de Akhikar y de las Moradas interiores, de Teresa de Jesús) o citados (Vida de Esopo, Zohar, de Moisés de León) pueden ser considerados como textos complementarios que quizá puedan interesar o despertar la curiosidad.
La vida de Tomás que Santiago de la Vorágine escribe se basa en las llamadas Actas de Tomás, un relato apócrifo redactado en Siria en los siglos II-III dC (a Tomás también se le atribuyó otro texto apócrifo, muy esotérico, llamado el Evangelio de Tomás, incluido en los Evangelios apócrifos), que recolecta numerosas leyendas orientales acerca de construcciones maravillosas: la vida laboral de Tomás se desarrolla, significativamente, en la "India", el paradigma del imaginario oriental.


SAINT THOMAS, APÔTRE

Nota del traductor:


Thomas signifie abyme, ou jumeau, en grec Dydime : ou bien il vient de thomos qui veut dire division, partage. Il signifie abyme, parce qu'il mérita de sonder les profondeurs de la divinité, quand, à sa question, J.-C. répondit : « Je suis la voie, la vérité et la vie. » On l’appelle Dydime pour avoir connu de deux manières la résurrection de J.-C. Les autres en effet, connurent le Sauveur en le voyant, et lui, en le voyant et en le touchant. Il signifie division, soit parce qu'il sépara son âme de l’amour des choses du monde, soit parce qu'il se sépara des autres dans la croyance à la résurrection. On pour-. rait dire encore qu'il porte le nom de Thomas, parce qu'il se laissa inonder tout entier par l’amour de Dieu. Il posséda ces trois qualités qui distinguent ceux qui ont cet amour et que demande Prosper au livre de la vie contemplative : Aimer Dieu, qu'est-ce ? si ce n'est concevoir au fond du coeur un vif désir de voir Dieu, la haine du péché et le mépris du monde. Thomas pourrait encore venir de Theos, Dieu, et meus, mien, c'est-à-dire, mon Dieu, par rapport à ces paroles qu'il prononça lorsqu'il fut convaincu, et eut la foi : «Mon Seigneur et mon Dieu. »


Texto:


L'apôtre Thomas était à Césarée quand le Seigneur lui apparut et lui dit : « Le roi des Indes Gondoforus ** a envoyé son ministre Abanès à la recherche d'un habile architecte. Viens et je t'adresserai à lui. » « Seigneur, répondit Thomas, partout où vous voudrez, envoyez-moi, excepté aux Indes. » Dieu lui dit : « Va sans aucune appréhension, car je serai ton gardien. Quand tu auras converti les Indiens, tu viendras à moi avec la palme du martyre. » Et Thomas lui répondit: « Vous êtes mon maître, Seigneur,et moi votre serviteur : que votre volonté soit faite. » Comme le prévôt ou l’intendant se promenait sur la place, le, Seigneur lui dit : « Que vous faut-il, jeune homme? » « Mon maître, dit celui-ci, m’a envoyé pour lui ramener des ouvriers habiles en architecture, qui lui construisent un palais à la romaine. » Alors le Seigneur lui offrit Thomas comme un homme très capable en cet art. Ils s'embarquèrent, et arrivèrent à une ville où le roi célébrait le mariage de sa fille (…)

Après cela, Thomas et Abatlès allèrent chez le roi des Indes. L'apôtre traça le plan d'un palais (58) magnifique : le roi, après lui avoir remis de considérables trésors, partit pour une autre province. L'apôtre distribua aux pauvres le trésor tout entier. Pendant les deux ans que dura l’absence du roi, Thomas se livra avec ardeur à la prédication et convertit à la foi ua monde innombrable. A son retour, le roi s'étant informé de ce qu'avait fait Thomas, l’enferma avec Abanès au fond d'un cachot, en attendant qu'on les fit écorcher et livrer aux flammes. Sur ces entrefaites, Gab, frère du roi, meurt. On se préparait à lui élever un tombeau magnifique, quand le quatrième jour, le mort ressuscita; tout le monde effrayé fuyait sur ses pas; alors il dit à son frère : « Cet homme, mon frère, que tu te disposais à faire écorcher et brûler, c'est un ami de Dieu et tous les anges lui obéissent. Ceux qui me conduisaient en paradis me montrèrent un palais admirable bâti d'or, d'argent et, de pierres précieuses; j'en admirais la beauté, quand ils me dirent : « C'est le palais que Thomas avait construit pour ton frère, » et comme je disais : « Que n'en suis-je le portier! » Ils ajoutèrent alors : « Ton frère s'en est rendu indigne; si donc tu veux y demeurer, nous prierons le Seigneur de vouloir bien te ressusciter afin que tu puisses l’acheter à ton frère en lui remboursant l’argent qu'il pense avoir perdu. » En parlant ainsi, il courut à la prison de l’apôtre, le priant d'avoir de l’indulgence pour son frère. Il délia ses chaînes et le pria de recevoir un vêtement précieux. « Ignores-tu, lui répondit l’apôtre, que rien de charnel, rien de terrestre n'est estimé de ceux qui désirent avoir puissance en choses célestes? Il sortait de la prison quand le roi, qui venait (59) au-devant de lui, se jeta à ses pieds en lui demandant pardon. Alors l’apôtre dit : « Dieu t'a accordé une grande faveur que de te révéler ses secrets. Crois en J.-C. et reçois le baptême pour participer au royaume éternel. » Le frère du roi lui dit : « J'ai vu le palais que tu avais bâti pour mon frère et il me ferait plaisir de l’acheter. » L'apôtre repartit : « Cela est au pouvoir de ton frère. » Et le roi lui dit : « Je le garde pour moi : que l’apôtre t'en bâtisse un autre, ou bien s'il ne le peut, nous le posséderons en commun. » L'apôtre répondit : « Ils sont innombrables dans le ciel, les palais préparés aux élus depuis le commencement du monde; on les achète par les prières et au prix de la foi et des aumônes. Vos richesses peuvent vous y précéder, mais elles né sauraient. vous y suivre. »
* Pour la légende de saint Thomas, on lira des détails fort intéressants dans l’explication du vitrail de cet apôtre (Les Vitraux de Bourges, par les PP. Martin et Cassier, pages 133 et suiv.). ** On a des médailles de Gondoforus.

ASIGNATURA OPTATIVA: El libro de Enoch y las moradas celestiales




Nota:
Se presentan, en tres entradas sucesivas, textos relacionados con la vida de Tomás (el patrón de los arquitectos) y sobre todo sus acciones: El libro de Enoch, la Vida de Ahikar y, un texto ya tardío, Las Moradas interiores de Teresa de Jesús.

Con estos textos, a los que cabe añadir la legendaria Vida de Esopo, se intenta enmarcar lo que la leyenda de Tomás cuenta.

El Libro de Enoch es un texto biblíco apócrifo (es decir, no aceptado como parte de la Biblia por la iglesia católica), atribuido a Enoch -antecesor de Noé, en los albores de la creación-, y redactado por sectas judías entre los siglos III aC y I dC.
Se atribuyeron varios textos a este mítico patriarca.
Es uno de los primeros libros en los que se refiere a construcciones celestiales (presentes tanto en las Actas de Tomás (véase entrada anterior), como en los textos cabalísticos, como el Zohar, del hispánico Moisés de León, redactado en el s. XIII -aunque atribuido a un místico judío legendario del s. I dC).

El Libro de Enoch fue redactado no mucho antes que que fuera concebida la vida de Tomás (y redactadas las también apócrifas Actas de Tomás), que es de los siglos II-III dC.

Estos textos completan la información escrita sobre Tomás, cuya vida (extraída del capítulo dedicado a Tomás del texto medieval de Santigo de la Vorágine, La leyenta dorada) se narra en la entrada anterior (texto en francés. En castellano: Santiago de la Vorágine: La leyenda dorada, vol. I, Alianza, Madrid, 2008 -1a ed., 1982-, ps. 46-52)


Libro de Enoch


Capítulo 14

1 Este es el libro de las palabras de la verdad y de la reprensión de los Vigilantes que existen desde siempre según lo ordenó el Gran Santo en el sueño que tuve.2 En esta visión vi en mi sueño lo que digo ahora con la lengua de carne, con el aliento de mi boca, que el Grande ha dado a los humanos para que hablen con ella y para que comprendan en el corazón. Así como Dios ha creado y destinado a los hijos de los hombres para que entiendan las palabras de conocimiento, así me ha creado, hecho y destinado a mí para que reprenda a los Vigilantes, a los hijos del cielo.3 Vigilantes: yo escribí vuestra petición y en una visión se me reveló que no será concedida nunca y que habrá juicio por decisión y decreto contra vosotros, 4 que a partir de ahora no volveréis al cielo y por todas las épocas no subiréis, 5 porque ha sido decretada la sentencia para encadenaros en las prisiones de la tierra por toda la eternidad.6 Pero antes veréis que todos vuestros seres queridos irán a la destrucción con todos sus hijos y las riquezas de tus seres queridos y de sus hijos no las disfrutaréis y ellos caerán en vuestra presencia por la espada de destrucción.7 Pues vuestra petición por ellos ni la petición por vosotros serán concedidas. Continuaréis pidiendo y suplicando y mientras lloráis no pronunciéis ni una palabra del texto que he escrito.8 Esto me fue revelado en la visión: He aquí que las nubes me llamaban, la neblina me gritaba y los relámpagos y truenos me apremiaban y me despedían y en la visión los vientos me hacían volar, me levantaban en lo alto, me llevaban y me entraban en los cielos.9 Entré en ellos hasta que llegué al muro de un edificio construido con piedras de granizo, rodeado y cercado completamente con lenguas de fuego que comenzaron a asustarme.(Ac 2:3)10 Entré por esas lenguas de fuego hasta que llegué a una casa grande construida con piedras de granizo cuyos muros. eran como planchas de piedra; todas ellas eran de nieve y su suelo estaba hecho de nieve11 Su techo era como relámpagos y trueno y entre ellos querubines de fuego y su cielo era de agua.12 Un fuego ardiente rodeaba todos sus muros cercándolos por completo y las puertas eran de fuego ardiente.13 Entré en esta casa que era caliente como fuego y fría como nieve. No había en ella ninguno de los placeres de la vida. Me consumió el miedo y el temblor se apoderó de mí.14 Tiritando y temblando caí sobre mi rostro y se me reveló una visión:15 He aquí que vi una puerta que se abría delante de mí y otra casa que era más grande que la anterior, construida toda con lenguas de fuego.16 Toda ella era superior a la otra en esplendor, gloria y majestad, tanto que no puedo describiros su esplendor y majestad.17 Su piso era de fuego y su parte superior de truenos y relámpagos y su techo de fuego ardiente.18 Me fue revelada y vi en ella un trono elevado cuyo aspecto era el del cristal y cuyo contorno era como el sol brillante y tuve visión de querubín.19 Por encima del trono salían ríos de fuego ardiente y yo no resistía mirar hacia allá.20 La Gran Gloria tenía sede en el trono y su vestido lucía más brillante que el sol y más blanco que cualquier nieve;21 ningún ángel podía entrar verle la cara debido a la magnífica Gloria y ningún ser de carne podía mirarlo.22 Un fuego ardiente le rodeaba y un gran fuego se levantaba ante Él. Ninguno de los que le rodeaba podía acercársele y multitudes y multitudes estaban de pie ante Él y Él no necesitaba consejeros.23 Y las santidades de los santos que estaban cerca de Él no se alejaban durante la noche ni se separaban de Él.24 Yo hasta este momento estaba postrado sobre mi rostro, temblando y el Señor por su propia boca me llamó y me dijo: "Ven aquí Enoc y escucha mi Palabra".25 Y vino a mí uno de los santos, me despertó, me hizo levantar y acercarme a la puerta e incliné hacia abajo mi cabeza.

ASIGNATURA OPTATIVA: La vida de Ahikar, gran visir de Asiria


Nota: La Vida de Ahikar, gran vizir de Asiria, es un cuento popular oriental, conocido desde antes del s. V aC. Lo que cuenta, la construcción de un edificio en los aires, se asemeja a lo que se narra en la legendaria vida del fabulista griego Esopo (una figura que nunca existió cuyas hazañas aparecen en otro cuento oriental), y está en relación con la vida y los actos de Tomás, el patrón de los arquitectos.

En efecto, la vida de Esopo está modelada a partir de cuentos orientales, entre los que destaca la Vida de Ahikar.
La historia es muy parecida. Ahikar es un personaje astuto e ingenoso, capaz de solventar cualquier problema. Su presencia en la corte del rey de Asiria es fundamental. Nadie osa atacar al reino ya que Ahikar logra siempre sortear los peligros.
Sin embargo, no habiendo tenido hijos, y habiendo adoptado a su sobrino Nadan, es acusado falsamente por éste ante el rey, para quedarse con su fortuna y su puesto (azuzado por su madre, la hermana de Ahikar).
Justo en el momento en que es arrestado, el rey de Egipto, habiendo tenido noticia de la caída en desgracia del astuto vizir, declara una guerra peculiar, una guerra de acertijos al rey de Asiria, planteándole que quien solvente el problema (y demuestre ser el más inteligente) se quedará con el reino del perdedor.
Es en este momento cuando el rey de Asiria, mudo ante el reto e incapaz de afrontarlo, se da cuenta de su error...
¿Cuál es el acertijo? ¿Cómo se podría solventar -si se pudiera?


The Story of Ahikar, Grand Vizier of Assyria

Ahikar (uh-hee-KAR) Aramaic papyrus of 500 B. C. in the ruins of Elephantine - the Jewish temple in Egypt.


CHAP. IV.

"The Riddles of the Sphinx." What really happened to Ahikar, His return.

A nd when the king of Egypt had made sure that Haiqar was slain, he arose straightway and wrote a letter to king Sennacherib, reminding him in it 'of the peace and the health and the might and the honour which we wish specially for thee, my beloved brother, king Sennacherib.
2 I have been desiring to build a castle between the heaven and the earth, and I want thee to send me a wise, clever man from thyself to build it for me, and to answer me all my questions, and that I may have the taxes and the custom duties of Asyria for three years.'
3 Then he sealed the letter and sent it to Sennacherib.
4 He took it and read it and gave it to his viziers and to the nobles of his kingdom, and they were perplexed and ashamed, and he was wroth with a great wrath, and was puzzled about how he should act.
5 Then he assembled the old men and the learned men and the wise men and the philosophers, and the diviners and the astrologers, and every one who was in his country, and read them the letter and said to them, Who amongst you will go to Pharaoh king of Egypt and answer him his questions?'
6 And they said to him, '0 our lord the king! know thou that there is none in thy kingdom who is acquainted with these questions except Haiqar, thy vizier and secretary.
7 But as for us, we have no skill in this, unless it be Nadan, his sister's son for he taught him all his wisdom and learning and knowledge. Call him to thee, perchance he may untie this hard knot.'
8 Then the king called Nadan and said to him, 'Look at this letter and understand what is in it.' And when Nadan read it, he said, '0 my lord! who is able to build a castle between the heaven and the earth?'
9 And when the king heard the speech of Nadan he sorrowed with a great and sore sorrow, snd stepped down from his throne and sat in the ashes, and began to weep and wail over Haiqar
10 Saying, '0 my grief! 0 Haiqar, who didst know the secrets and the riddles! woe is me for thee, 0 Haiqar! 0 teacher of my country and ruler of my kingdom, where shall I find thy like? 0 Haiqar, 0 teacher of my country, where shall I turn for thee? woe is me for thee! how did I destroy thee! and I listened to the talk of a stupid, ignorant boy without knowledge, without religion, without manliness.
11 Ah! and again Ah for myself! who can give thee to me just for once, or bring me word that Haiqar is alive? and I would give him the half of my kingdom.
12 Whence is this to me? Ah, Haiqar! that I might see thee just for once, that I might take my fill of gazing at thee, and delighting in thee.
13 Ah! 0 my grief for thee to all time! 0 Haiqar, how have I killed thee! and I tarried not in thy case till I had seen the end of the matter.'
14 And the king went on weeping night and day. Now when the swordsman saw the wrath of the king and his sorrow for Haiqar, his heart was softened towards him, and he approached into his presence and said to him:
15 '0 my lord! command thy servants to cut off my head.' Then said the king to him: 'Woe to thee, Abu Samik, 'what is thy fault?'
16 And the swordsman said unto him, '0 my master! every slave who acts contrary to the word of his master is killed, and I have acted contrary to thy command.'
17 Then the king said unto him. 'Woe unto thee, 0 Abu Samik, in what hast thou acted contrary to my command?'
18 And the swordsman said unto him, '0 my lord! thou didst command me to kill Haiqar, and I knew that thou wouldst repent thee concerning him, and that he had been wronged, and I hid him in a certain place, and I killed one of his slaves, and he is now safe in the cistern, and if thou command me I will bring him to thee.'
19 And the king said unto him. 'Woe to thee, 0 Abu Samik! thou hast mocked me and I am thy lord.'
20 And the swordsman said Unto him, 'Nay, but by the life of thy head, 0 my lord! Haiqar safe and alive.'
21 And when the king heard that saying, he felt sure of the matter, and his head swam, and he fainted from joy, and he commanded them to bring Haiqar.
22 And he said to the swordsman, '0 trusty servant! if thy speech be true, I would fain enrich thee, and exalt thy dignity above that of all thy friends.'
23 And the swordsman went along rejoicing till he came to Haiqar's house. And he opened the door of the hiding-place, and went down and found Haiqar sitting, praising God, and thanking Him.
24 And he shouted to him, saying, '0 Haiqar, I bring the greatest of joy, and happiness, and delight!'
25 And Haiqar said to him, 'What is the news, 0 Abu Samik?' And he told him all about Pharaoh from the beginning to the end. Then he took him and went to the king.
26 And when the king looked at him, he saw him in a state of want, and that his hair had grown long like the wild beasts' and his nails like the claws of an eagle, and that his body was dirty with dust, and the colour of his face had changed and faded and was now like ashes.
27 And when the king saw him he sorrowed over him and rose at once and embraced him and kissed him, and wept over him and said: 'Praise be to God! who hath brought thee back to me.'
28 Then he consoled him and comforted him. And he stripped off his robe, and put it on the swordsman, and was very gracious to him, and gave him great wealth, and made Haiqar rest.
29 Then said Haiqar to the king, 'Let my lord the king live for ever! These be the deeds of the children of the world. I have reared me a palm - tree that I might lean on it, and it bent sideways, and threw me down.
30 But, 0 my lord! since I have appeared before thee, let not care oppress thee.' And the king said to him: 'Blessed be God, who showed thee mercy, and knew that thou wast wronged, and saved thee and delivered thee from being slain.
31 But go to the warm bath, and shave thy head, and cut thy nails, and change thy clothes and amuse thyselffor the space of forty days, that thou mayst do good to thyself and improve thy condition and the colour of thy face may come back to thee.
32 Then the king stripped off his costly robe, and put it on Haiqar, and Haiqar thanked God and did obeisanceto the king, and departed to his dwelling glad and happy, praising the Most High God.
33 And the people of his household rejoiced with him, and his friends and every one who heard that he was alive rejoiced also.

CHAP. V.

The letter of the "riddles" is shown to Ahikar. The boys on the eagles. The first "airplane" ride.

Off to Egypt. Ahikar, being a man of wisdom also has o sense of humor. (Verse 27).
AND he did as the king commanded him, and took a rest for forty days.
2 Then he dressed himself in his gayest dress, and went riding to the king, with his slaves behind him and before him, rejoicing and delighted.
3 But when Nadan his sister's son perceived what was happening, fear took hold of him and terror, and he was perplexed, not knowing what to do.
4 And when Haiqar saw it he entered into the king's presence and greeted him, and he returned the greeting, and made him sit down at his side, saying to him, '0 my darling Haiqar! look at these letters which the king of Egypt sent to us, after he had heard that thou wast slain.
5 They have provoked us and overcome us, and many of the people of our country have fled to Egypt for fear of the taxes that the king of Egypt has sent to demand from us.'
6 Then Haiqar took the letter and read it and understood all its contents.
7 Then he said to the king, Be not wroth, 0 my lord! I will go to Egypt, and I will return the answers to Pharaoh, and I will display this letter to him, and I will reply to him about the taxes, and I will send back all those who have run away; and I will put thy enemies to shame with the help of the Most High God, and for the Happiness of thy kingdom.'
8 And when the king heard this speech from Haiqar he rejoiced with a great joy, and his heart was expanded and he showed him favour.
9 And Haiqar said to the king: 'Grant me a delay of forty days that I may consider this question and manage it. And the king permitted this.
10 And Haiqar went to his dwelling, and he commanded the huntsmen to capture two young eaglets for him, and they captured them and brought them to him: and he commanded the weavers of ropes to weave two cables of cotton for him, each of them two thousand cubits long, and he had the carpenters brought and ordered them to make two great boxes, and they did this.
11 Then he took two little lads, and spent every day sacrificing lambs and feeding the eagles and the boys, and making the boys ride on the backs of the eagles, and he bound them with a firm knot, and tied the cable to the feet of the eagles and let them soar upwards little by little every day, to a distance of ten cubits, till they grew accustomed and were educated to it; and they rose all the length of the rope till they reached the sky; the boys being on their backs. Then he drew them to himself.
12 And when Haiqar saw that his desire was fulfilled he charged the boys that when they were borne aloft to the sky they were to shout, saying:
13 Bring us clay and stone that we may build a castle for king Pharaoh, for we are idle.'
14 And Haiqar was never done training them and exercising them till they had reached the utmost possible point (of skill).
15 Then leaving them he went to the king and said to him, 'O my lord! the work is finished according to thy desire. Arise with me that I may show thee the wonder.'
16 So the king sprang up and sat with Haiqar and went to a wide place and sent to bring the eagles and the boys, and Haiqar tied them and let them off into the air all the length of the ropes and they began to shout as he had taught them. Then he drew them to himself and put them in their places.
17 And the king and those who were with him wondered with a great wonder: and the king kissed Haiqar between his eyes and said to him, 'Go in peace, 0 my beloved! 0 pride of my kingdom! to Egypt and answer the questions of Pharaoh and overcome him by the strength of the Most High God.'
18 Then he bade him farewell, and took his troops and his army and the young men and the eagles, and went towards the dwellings of Egypt; and when he had arrived, he turned towards the country of the king.
19 And when the people of Egypt knew that Sennacherib had sent a man of his Privy Council to talk with Pharaoh and to answer his questions, they carried the news to king Pharaoh, and he sent a party of his Privy Councillors to bring him before him.
20 And he came and entered into the presence of Pharaoh, and did obeisance to him as it is fitting to do to kings.
21 And he said to him: '0 my lord the king! Sennacherib the king hails thee with abundance of peace and might, and honour.
22 And he has sent me, who am one of his slaves, that I may answer thee thy questions, and may fulfil all thy desire: for thou hast sent to seek from my lord the king a man who will build thee a castle between the heaven and the earth.
23 And I by the help of the Most High God and thy noble favour and the power of my lord the king will build it for thee as thou desirest.
24 But, 0 my lord the king! what thou hast said in it about the taxes of Egypt for three years - now the stability of a kingdom is strict justice, and if thou winnest and my hand bath no skill in replying to thee, then my lord the king will send thee the taxes which thou hast mentioned.
25 And if I shall have answered thee in thy questions, it shall remain for thee to send whatever thou hast mentioned to my lord the king.'
26 And when Pharaoh heard that speech, he wondered and was perplexed by the freedom of his tongue and the pleasantness of his speech.
27 And king Pharaoh said to him, '0 man! what is thy name?' And he said, 'Thy servant is Abiqam, and I a little ant of the ants of king Sennacherib.'
28 And Pharaoh said to him, 'Had thy lord no one of higher dignity than thee, that he has sent me a little ant to reply to me, and to converse with me?'
29 And Haiqar said to him, '0 my lord the king! I would to God Most High that I may fulfil what is on thy mind,for God is with the weak that He may confound the strong.'
30 Then Pharaoh commanded that they should prepare a dwelling for Abiqam and supply him with provender, meat, and drink, and all that he needed.
31 And when it was finished, three days afterwards Pharaoh clothed himself in purple and red and sat on his throne, and all his viziers and the magnates of his kingdom were standing with their hands crossed, their feet close together, and their heads bowed.
32 And Pharaoh sent to fetch Abiqam, and when he was presented to him, he did obeisance before him, and kissed the ground in front of him.
33 And king Pharaoh said to him, '0 Abiqam, whom am I like? and the nobles of my kingdom, to whom are they like?'
34 And Haiqar said to him '0 my lord the king !thou art like the idol Bel, and the nobles of thy kingdom are like his servants.'
35 He said to him, 'Go, and come back hither to - morrow.' So Haiqar went as king Pharaoh had commanded him.
36 And on the morrow Haiqar went into the presence of Pharaoh, and did obeisance, and stood before the king. And Pharaoh was dressed in a red colour, and the nobles were dressed in white.
37 And Pharaoh said to him '0 Abiqam, whom am I like? and the nobles of my kingdom, to whom are they like?'
35 And Abiqam said to him, '0 my lord! thou art like the sun, and thy servants are like its beams.' And Pharaoh said to him, 'Go to thy dwelling, and come hither to - morrow.'
39 Then Pharaoh commanded his Court to wear pure white, and Pharaoh was dressed like them and sat upon his throne and he commanded them to fetch Haiqar. And he entered and sat down before him.
40 And Pharaoh said to him, '0 Abiqam, whom am I like? and my nobles, to whom are they like?' 41 And Abiqam said to him, '0 my lord! thou art like the moon, and thy nobles are like the planets and the stars.' And Pharaoh said to him, 'Go, and to - morrow be thou here.'
42 Then Pharaoh commanded his servants to wear robes of various colours, and Pharaoh wore a red velvet dress, and sat on his throne, and commanded them to fetch Abiqam. And he entered and did obeisance before him.
43 And he said, '0 Abiqam, whom am I like? and my armies, to whom are they like?' And he said, '0 my lord! thou art like the month of April, and thy armies are like its flowers.'
44 And when the king heard It he rejoiced with a great joy, and said, '0 Abiqam! the first time thou didst compare me to the idol Bel, and my nobles to his servants.
45 And the second time thou didst compare me to the sun, and my nobles to the sunbeam'.
46 And the third time thou didst compare me to the moon, and my nobles to the planets and the stars.
47 And the fourth time thou didst compare me to the month of April, and my nobles to its flowers. But now, 0 Abiqam! tell me, thy lord, king Sennacherib, whom is he like? and his nobles, to whom are they like?'
48 And Haiqar shouted with a loud voice and said: 'Be it far from me to make mention of my lord the king and thou seated on thy throne. But get up on thy feet that I may tell thee whom my lord theking is like and to whom his nobles are like.'
49 And Pharaoh was perplexed by the freedom of his tongue and his boldness in answenng. Then Pharaoh arose from his throne, and stood before Haiqar, and said to him, 'Tell me now, that I may perceive whom thy lord the king is like, and his nobles, to whom they are like.'
50 And Haiqar said to him:
'My lord is the God of heaven, and his nobles are the lightnings and the thunder, and when he wills the winds blow and the rain falls.
51 And he commands the thunder, and it lightens and rains, and he holds the sun, and it gives not its light, and the moon and the stars, and they circle not.
52 And he commands the tempest, and it blows and the rain falls and it tramples on April and destroys its flowers and its houses.'
53 And when Pharaoh heard this speech, he was greatly perplexed and was wroth with a great wrath, and said to him: '0 man! tell me the truth, and let me know who thou really art.'
54 And he told him the truth. 'I am Haiqar the scribe, greatest of the Privy Councillors of king Sennacherib,
and I am his vizier and the Governor of his kingdom, and his Chancellor.'
55 And he said to him, 'Thou hast told the truth in this saying. But we have heard of Haiqar, that king Sennacherib has slain him, yet thou dost seem to be alive and well.'
56 And Haiqar said to him, 'Yes, so it was, but praise be to God, who knoweth what is hidden, for my lord the king commanded me to be killed, and he believed the word of profligate men, but the Lord delivered me, and blessed is he who trusteth in Him.'
57 And Pharaoh said to Haiqar, 'Go, and to - morrow be thou here, and tell me a word that I have never heard from my nobles nor from the people of my kingdom and my country.'

CHAP. VI.

The ruse succeeds. Ahikar answers every question of Pharaoh. The boys on the eagles are the climax of the day. Wit, so rarely found in the ancient Sciptures, is revealed in Verses 34~35.

And Haiqar went to his dwelling, and wrote a letter, saying in it on this wise:
2 'From Sennacherib king of Assyria and Nineveh to Pharaoh king of Egypt.
3 'Peace be to thee, 0 my brother! and what we make known to thee by this is that a brother has need of his brother, and kings of each other, and my hope from thee is that thou wouldst lend me nine hundred talents of gold, for I need it for the victualling of some of the soldiers, that I may spend it upon them. And after a little while I will send it thee.'
4 Then he folded the letter, and presented it on the morrow to Pharaoh.
5 And when he 'saw it, he was perplexed and said to him, 'Verily I have never heard anything like this language from any one.'
6 Then Haiqar said to him, 'Truly this is a debt which thou owest to my lord the king.'
7 And Pharaoh accepted this, saying, '0 Haiqar, it is the like of thee who are honest in the service of kings.
8 Blessed be God who hath made thee perfect in wisdom and hath adorned thee with philosophy and knowledge.
9 And now, 0 Haiqar, there remains what we desire from thee, that thou shouldst build us a castle between heaven and earth.'
10 Then said Haiqar, 'To hear is to obey. I will build thee a castle according to thy wish and choice; but, 0 my lord! prepare us lime and stone and clay and workmen, and I have skilled builders who will build for thee as thou desirest.'
11 And the king prepared all that for him, and they went to a wide place; and Haiqar and his boys came to it, and he took the eagles and the young men with him; and the king and all his nobles went and the whole city assembled, that they might see what Haiqar would do.
12 Then Haiqar let the eagles out of the boxes, and tied the young men on their backs, and tied the ropes to the eagles' feet, and let them go in the air. And they soared upwards, till they remained between heaven and earth.
13 And the boys began to shout, saying, 'Bring bricks, bring clay, that we may build the king's castle, for we are standing idle!'
14 And the crowd were astonished and perplexed, and they wondered. And the king and his nobles wondered.
15 And Haiqar and his servants began to beat the workmen and they shouted for the king's troops, saying to them, 'Bring to the skilled workmen what they want and do not hinder them from their work.'
16 And the king said to him, 'Thou art mad; who can bring anything up to that distance?'
17 And Haiqar said to him, '0 my lord! how shall we build a castle in the air? and if my lord the king were here, he would have built several castles in a single day.'
18 And Pharaoh said to him, 'Go, 0 Haiqar, to thy dwelling, and rest, for we have given up building the castle, and to - morrow come to me.'
19 Then Haiqar went to his dwelling and on the morrow he appeared before Phanaoh. And Pharaoh said,'0 Haiqar, what news is there of the horse of thy lord? for when he neighs in the country of Assyria and Nineveb, and our mares hear his voice, they cast their young.'
20 And when Haiqar heard this speech he went and took a cat, and bound her and began to flog her with a violent flogging till the Egyptians heard it, and they went and told the king about it.
21 And Pharaoh sent to fetch Haiqar, and said to him, '0 Haiqar, wherefore dost thou flog thus and beat that dumb beast?'
22 And Haiqar said to him, '0 my lord the king! verily she has done an ugly deed to me, and has deserved this drubbing and flogging, for my lord king Sennacherib had given me a fine cock, and he had a strong true voice and knew the hours of the day and the night.
23 And the cat got up this very night and cut off its head and went away, and because of this deed I have treated her to this drubbing.'
24 And Pharaoh said to him, '0 Haiqar, I see from all this that thou art growing old and art in thy dotage, for between Egypt and Nineveh there are sixty-eight parasangs, and how did she go this very night and cut off the head of thy cock and come back?'
25 And Haiqar said to him, '0 my lord! if there were such a distance between Egypt and Nineveh, how couldthy mares hear when my lord the king's horse neighs and cast their young?and how could the voice of the horse reach to Egypt?'
26 And when Pharaoh heard he knew that Haiqar had answered his questions.
27 And Pharaoh said, '0 Haiqar, I want thee to make me ropes of the sea - sand.'
28 And Haiqar said to him, '0 my lord the king! order them to bring me a rope out of the treasury that I may make one like it.'
29 Then Haiqar went to the back of the house, and bored holes in the rough shore of the sea, and took a handful of sand in his hand, sea - sand, and when the sun rose, and penetrated into the holes, he spread the sand in the sun till it became as if woven like ropes.
30 And Haiqar said, 'Command thy servants to take these ropes, and whenever thou desirest it, I will weave thee some like them.'
31 And Pharaoh said, 'O Haiqar, we have a millstone here and it has been broken and I want thee to sew it up.'
32 Then Haiqar looked at it and found another stone.
33 And he said to Pharaoh. '0 my lord! I am a foreigner and I have no tool for sewing.
34 But I want thee to command thy faithful shoemakers to cut awls from this stone, that I may sew that millstone.'
35 Then Pharaoh and all his nobles laughed. And he said, 'Blessed be the Most High God, who gave thee this wit and knowledge.'
36 And when Pharaoh saw that Haiqar had overcome him, and returned him his answers, he at once became excited, and commanded them to collect for him three years' taxes, and to bring them to Haiqar.
37 And he stripped off his robes and put them upon Haiqar, and his soldiers, and his servants, and gave him the expenses of his journey.
38 And he said to him, 'Go in peace, 0 strength of his lord and pride of his Doctors! have any of the Sultans thy like? give my greetings to thy lord king Sennacherib, and say to him how we have sent him gifts, for kings are content with little.'
39 Then Haiqar arose, and kissed king Pharaoh's hands and kissed the ground in front of him, and wished him strength and continuance, and abundance in his treasury, and said to him, '0 my lord! I desire from thee that not one of our countryrnen may remain in Egypt.'
40 And Pharaoh arose and sent heralds to proclaim in the streets of Egypt that not one of the people of Assyria or Nineveh should remain in the land of Egypt, but that they should go with Haiqar.
41 Then Haiqar went and took leave of king Pharaoh, and journeyed, seeking the land of Assyria and Nineveh; and he had some treasures and a great deal of wealth.
42 And when the news reached king Sennacherib that Haiqar was coming, he went out to meet him and rejoiced over him exceedingly with great joy and embraced him and kissed him, and said to him, 'Welcome home, 0 kinsman! my brother Haiqar, the strength of my kingdom, and pride of my realm.
43 Ask what thou would'st have from me, even if thou desirest the half of my kingdom and of my possessions.
44 Then said Haiqar unto him, '0 my lord the king, live for ever! Show favour, 0 my lord the king! to Abu Samik in my stead, for my life was in the hands of God and in his.'
45 Then said Sennacherib the king, 'Honour be to thee, 0 my beloved Haiqar! I will make the station of Abu Samik the swordsman higher than all my Privy Councillors and my favourites.'
46 Then the king began to ask him how he had got on with Pharaoh from his first arrival until he had come away from his presence, and how he had answered all his questions, and how he had received the taxes from him, and the changes of raiment and the presents.
47 And Sennacherib the king rejoiced with a great joy, and said to Haiqar, 'Take what thou wouldst fain have of this tribute, for it is all within the grasp of thy hand.'
48 And Haiqar said: 'Let the king live for ever! I desire naught but the safety of my lord the king and the continuance of his greatness.
49 0 my lord! what can I do with wealth and its like? but if thou wilt show me favour, give me Nadan, my sister's son, that I may recompense him for what he has done to me, and grant me his blood and hold me guiltless of it.'
50 And Sennacherib the king said, 'Take him, I have given him to thee,' And Haiqar took Nadan, his sister's son, and bound his hands with chains of iron, and took him to his dwellmg, and put a heavy fetter on his feet, and tied it with a tight knot, and after binding him thus he cast him into a dark room, beside the retiring - place, and appointed Nebu - hal as sentinel over him and commanded him to give him a loaf of bread and a little water every day.

ASIGNATURA OPTATIVA: Abu Al-Nuri: Moradas de los corazones & Teresa de Jesús: Las moradas interiores


Antonio Gaudí: convento de las Teresianas (Barcelona), inspirado en las descripciones de disposición y la estructura interior de las Moradas interiores de Teresa de Jesús.


Nota: Este texto, junto con dos más, añadidos a continuación, tienen relevancia para entender por qué Tomás fue (o es) el patrón de los arquitectos y qué aporta

Las Moradas interiores, escritas en el siglo XVI por Teresa de Jesús, están inspiradas sin duda en la mística cristiana, hebrea y musulmana -aún presente en la España tardo-renacentista-, en especial en el texto del místico sufí, de Bagdad (s. IX): Abu-lHasan al-Nuri: Moradas de los corazones (Ed. Trotta, Madrid, 1999), redescubierto hace unos pocos años, pero cuyos manuscritos, hoy perdidos, debían circular en los medios letrados cristianos enacentistas.
Se trata de dos textos de gran relvancia para el imaginario arquitectónico.



Las Moradas Santa Teresa de Jesús


Moradas Primeras Capítulo 1


En que trata de la hermosura y dignidad de nuestras almas. Pone una comparación para entenderse, y dice la ganancia que es entenderla y saber las mercedes que recibimos de Dios. Cómo la puerta de este castillo es la oración.
1. Estando hoy suplicando a nuestro Señor hablase por mí, porque yo no atinaba a cosa que decir ni cómo comenzar a cumplir esta obediencia, se me ofreció lo que ahora diré, para comenzar con algún fundamento: que es considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas [1].
Que si bien lo consideramos, hermanas, no es otra cosa el alma del justo sino un paraíso adonde dice El tiene sus deleites [2]. Pues ¿qué tal os parece que será el aposento adonde un Rey tan poderoso, tan sabio, tan limpio, tan lleno de todos los bienes se deleita? No hallo yo cosa con que comparar la gran hermosura de un alma y la gran capacidad; y verdaderamente apenas deben llegar nuestros entendimientos, por agudos que fuesen, a comprenderla, así como no pueden llegar a considerar a Dios, pues El mismo dice que nos crió a su imagen y semejanza [3].
Pues si esto es, como lo es, no hay para qué nos cansar en querer comprender la hermosura de este castillo; porque puesto que hay la diferencia de él a Dios que del Criador a la criatura, pues es criatura, basta decir Su Majestad que es hecha a su imagen para que apenas podamos entender la gran dignidad y hermosura del ánima.
2. No es pequeña lástima y confusión que, por nuestra culpa, no entendamos a nosotros mismos ni sepamos quién somos. ¿No sería gran ignorancia, hijas mías, que preguntasen a uno quién es, y no se conociese ni supiese quién fue su padre ni su madre ni de qué tierra? Pues si esto sería gran bestialidad, sin comparación es mayor la que hay en nosotras cuando no procuramos saber qué cosa somos, sino que nos detenemos en estos cuerpos, y así a bulto, porque lo hemos oído y porque nos lo dice la fe, sabemos que tenemos almas. Mas qué bienes puede haber en esta alma o quién está dentro en esta alma o el gran valor de ella, pocas veces lo consideramos; y así se tiene en tan poco procurar con todo cuidado conservar su hermosura: todo se nos va en la grosería del engaste o cerca de este castillo, que son estos cuerpos [4].
3. Pues consideremos que este castillo tiene ­como he dicho­ [5] muchas moradas, unas en lo alto, otras embajo, otras a los lados; y en el centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma.
Es menester que vayáis [6] advertidas a esta comparación. Quizá será Dios servido pueda por ella daros algo a entender de las mercedes que es Dios servido hacer a las almas y las diferencias que hay en ellas, hasta donde yo hubiere entendido que es posible; que todas será imposible entenderlas nadie, según son muchas, cuánto más quien es tan ruin como yo; porque os será gran consuelo, cuando el Señor os las hiciere, saber que es posible; y a quien no, para alabar su gran bondad; que así como no nos hace daño considerar las cosas que hay en el cielo y lo que gozan los bienaventurados, antes nos alegramos y procuramos alcanzar lo que ellos gozan, tampoco nos hará ver que es posible en este destierro comunicarse un tan gran Dios con unos gusanos tan llenos de mal olor; y amar una bondad tan buena y una misericordia tan sin tasa.
Tengo por cierto que a quien hiciere daño entender que es posible hacer Dios esta merced en este destierro, que estará muy falta de humildad y del amor del prójimo; porque si esto no es, ¿cómo nos podemos dejar de holgar de que haga Dios estas mercedes a un hermano nuestro, pues no impide para hacérnoslas a nosotras, y de que Su Majestad dé a entender sus grandezas, sea en quien fuere? Que algunas veces será sólo por mostrarlas, como dijo del ciego que dio vista [7], cuando le preguntaron los apóstoles si era por sus pecados o de sus padres. Y así acaece no las hacer por ser más santos a quien las hace que a los que no, sino porque se conozca su grandeza, como vemos en San Pablo y la Magdalena [8], y para que nosotros le alabemos en sus criaturas.
4. Podráse decir que parecen cosas imposibles y que es bien no escandalizar los flacos. Menos se pierde en que ellos no lo crean, que no en que se dejen de aprovechar a los que Dios las hace; y se regalarán y despertarán a más amar a quien hace tantas misericordias, siendo tan grande su poder y majestad; cuánto más que sé que hablo con quien no habrá este peligro, porque saben y creen que hace Dios aun muy mayores muestras de amor.
Yo sé que quien esto no creyere no lo verá por experiencia, porque es muy amigo de que no pongan tasa a sus obras, y así, hermanas, jamás os acaezca a las que el Señor no llevare por este camino.
5. Pues tornando a nuestro hermoso y deleitoso castillo, hemos de ver cómo podremos entrar en él.
Parece que digo algún disparate; porque si este castillo es el ánima claro está que no hay para qué entrar, pues se es él mismo; [9] como parecería desatino decir a uno que entrase en una pieza estando ya dentro. Mas habéis de entender que va mucho de estar a estar; que hay muchas almas que se están en la ronda del castillo [10] que es adonde están los que le guardan, y que no se les da nada de entrar dentro ni saben qué hay en aquel tan precioso lugar ni quién está dentro ni aun qué piezas tiene.
Ya habréis oído en algunos libros de oración [11] aconsejar al alma que entre dentro de sí; pues esto mismo es.
6. Decíame poco ha un gran letrado [12] que son las almas que no tienen oración como un cuerpo con perlesía o tullido, que aunque tiene pies y manos no los puede mandar; que así son, que hay almas tan enfermas y mostradas a estarse en cosas exteriores, que no hay remedio ni parece que pueden entrar dentro de sí; porque ya la costumbre la tiene tal de haber siempre tratado con las sabandijas y bestias que están en el cerco del castillo, que ya casi está hecha como ellas, y con ser de natural tan rica y poder tener su conversación no menos que con Dios [13], no hay remedio.
Y si estas almas no procuran entender y remediar su gran miseria, quedarse han hechas estatuas de sal por no volver la cabeza hacia sí, así como lo quedó la mujer de Lot [14] por volverla.
7. Porque, a cuanto yo puedo entender, la puerta para entrar en este castillo es la oración y consideración, no digo más mental que vocal, que como sea oración ha de ser con consideración; porque la que no advierte con quién habla y lo que pide y quién es quien pide y a quién, no la llamo yo oración, aunque mucho menee los labios; porque aunque algunas veces sí será, aunque no lleve este cuidado, mas es habiéndole llevado otras.
Mas quien tuviese de costumbre hablar con la majestad de Dios como hablaría con su esclavo, que ni mira si dice mal, sino lo que se le viene a la boca y tiene deprendido por hacerlo otras veces, no la tengo por oración, ni plega a Dios que ningún cristiano la tenga de esta suerte; que entre vosotras, hermanas, espero en Su Majestad no lo habrá, por la costumbre que hay de tratar de cosas interiores, que es harto bueno para no caer en semejante bestialidad [15].
8. Pues no hablemos con estas almas tullidas, que si no viene el mismo Señor a mandarlas se levanten ­como al que había treinta años [16] que estaba en la piscina­, tienen harta malaventura y gran peligro, sino con otras almas que, en fin, entran en el castillo; porque aunque están muy metidas en el mundo, tienen buenos deseos, y alguna vez, aunque de tarde en tarde, se encomiendan a nuestro Señor y consideran quién son, aunque no muy despacio; alguna vez en un mes rezan llenos de mil negocios, el pensamiento casi lo ordinario en esto, porque están tan asidos a ellos, que como adonde está su tesoro se va allá el corazón [17], ponen por sí algunas veces de desocuparse, y es gran cosa el propio conocimiento y ver que no van bien para atinar a la puerta.
En fin, entran en las primeras piezas de las bajas; mas entran con ellos tantas sabandijas, que ni le dejan ver la hermosura del castillo, ni sosegar; harto hacen en haber entrado.
9. Pareceros ha, hijas, que es esto impertinente, pues por la bondad del Señor no sois de éstas.
Habéis de tener paciencia, porque no sabré dar a entender, como yo tengo entendido, algunas cosas interiores de oración si no es así, y aun plega al Señor que atine a decir algo, porque es bien dificultoso lo que querría daros a entender, si no hay experiencia; si la hay, veréis que no se puede hacer menos de tocar en lo que plega al Señor no nos toque por su misericordia.


Moradas Primeras Capítulo 2

Trata de cuán fea cosa es un alma que está en pecado mortal y cómo quiso Dios dar a entender algo de esto a una persona. ­ Trata también algo sobre el propio conocimiento. ­ Es de provecho, porque hay algunos puntos de notar. ­ Dice cómo se han de entender estas moradas.
1. Antes que pase adelante, os quiero decir que consideréis qué será ver este castillo tan resplandeciente y hermoso, esta perla oriental, este árbol de vida que está plantado en las mismas aguas vivas de la vida, que es Dios, cuando cae en un pecado mortal: no hay tinieblas más tenebrosas, ni cosa tan oscura y negra, que no lo esté mucho más [1]. No queráis más saber de que, con estarse el mismo sol que le daba tanto resplandor y hermosura todavía en el centro de su alma [2], es como si allí no estuviese para participar de El, con ser tan capaz para gozar de Su Majestad como el cristal para resplandecer en él el sol. Ninguna cosa le aprovecha; y de aquí viene que todas las buenas obras que hiciere, estando así en pecado mortal, son de ningún fruto [3] para alcanzar gloria; porque no procediendo de aquel principio, que es Dios, de donde nuestra virtud es virtud, y apartándonos de El, no puede ser agradable a sus ojos; pues, en fin, el intento de quien hace un pecado mortal no es contentarle, sino hacer placer al demonio, que como es las mismas tinieblas, así la pobre alma queda hecha una misma tiniebla.
2. Yo sé de una persona [4] a quien quiso nuestro Señor mostrar cómo quedaba un alma cuando pecaba mortalmente. Dice aquella persona que le parece si lo entendiesen no sería posible ninguno pecar, aunque se pusiese a mayores trabajos que se pueden pensar por huir de las ocasiones.Y así le dio mucha gana que todos lo entendieran; y así os la dé a vosotras, hijas, de rogar mucho a Dios por los que están en este estado, todos hechos una oscuridad, y así son sus obras; porque así como de una fuente muy clara lo son todos los arroyicos que salen de ella, como es un alma que está en gracia, que de aquí le viene ser sus obras tan agradables a los ojos de Dios y de los hombres, porque proceden de esta fuente de vida, adonde el alma está como un árbol plantado en ella [5], que la frescura y fruto no tuviera si no le procediere de allí, que esto le sustenta y hace no secarse y que dé buen fruto; así el alma que por su culpa se aparta de esta fuente y se planta en otra de muy negrísima agua y de muy mal olor, todo lo que corre de ella es la misma desventura y suciedad.
3. Es de considerar aquí que la fuente y aquel sol resplandeciente que está en el centro del alma no pierde su resplandor y hermosura que siempre está dentro de ella, y cosa no puede quitar su hermosura. Mas si sobre un cristal que está al sol se pusiese un paño muy negro, claro está que, aunque el sol dé en él, no hará su claridad operación en el cristal [6].
4. ¡Oh almas redimidas por la sangre de Jesucristo! ¡Entendeos y habed lástima de vosotras! ¿Cómo es posible que entendiendo esto no procuráis quitar esta pez de este cristal? Mirad que, si se os acaba la vida, jamás tornaréis a gozar de esta luz. ¡Oh Jesús, qué es ver a un alma apartada de ella! ¡Cuáles quedan los pobres aposentos del castillo! ¡qué turbados andan los sentidos, que es la gente que vive en ellos! Y las potencias, que son los alcaides y mayordomos y maestresalas, ¡con qué ceguedad, con qué mal gobierno! En fin, como adonde está plantado el árbol que es el demonio, ¿qué fruto puede dar?
5. Oí una vez a un hombre espiritual que no se espantaba de cosas que hiciese uno que está en pecado mortal, sino de lo que no hacía. Dios por su misericordia nos libre de tan gran mal, que no hay cosa mientras vivimos que merezca este nombre de mal, sino ésta, pues acarrea males eternos para sin fin. Esto es, hijas, de lo que hemos de andar temerosas y lo que hemos de pedir a Dios en nuestras oraciones; porque, si El no guarda la ciudad, en vano trabajaremos [7], pues somos la misma vanidad.Decía aquella persona [8] que había sacado dos cosas de la merced que Dios le hizo: la una, un temor grandísimo de ofenderle, y así siempre le andaba suplicando no la dejase caer, viendo tan terribles daños; la segunda, un espejo para la humildad,mirando cómo cosa buena que hagamos no viene su principio de nosotros, sino de esta fuente adonde está plantado este árbol de nuestras almas, y de este sol que da calor a nuestras obras. Dice que se le representó esto tan claro, que en haciendo alguna cosa buena o viéndola hacer, acudía a su principio y entendía cómo sin esta ayuda no podíamos nada; y de aquí le procedía ir luego a alabar a Dios y, lo más ordinario, no se acordar de sí en cosa buena que hiciese.
6. No sería tiempo perdido, hermanas, el que gastaseis en leer esto ni yo en escribirlo, si quedásemos con estas dos cosas, que los letrados y entendidos muy bien las saben, mas nuestra torpeza de las mujeres todo lo ha menester; y así por ventura quiere el Señor que vengan a nuestra noticia semejantes comparaciones. Plega a su bondad nos dé gracia para ello.
7. Son tan oscuras de entender estas cosas interiores, que a quien tan poco sabe como yo, forzado habrá de decir muchas cosas superfluas y aun desatinadas para decir alguna que acierte. Es menester tenga paciencia quien lo leyere, pues yo la tengo para escribir lo que no sé; que, cierto algunas veces tomo el papel como una cosa boba, que ni sé qué decir ni cómo comenzar. Bien entiendo que es cosa importante para vosotras declarar algunas interiores, como pudiere; porque siempre oímos cuán buena es la oración, y tenemos de constitución tenerla tantas horas [9], y no se nos declara más de lo que podemos nosotras; y de cosas que obra el Señor en un alma declárase poco, digo sobrenatural [10]. Diciéndose y dándose a entender de muchas maneras, sernos ha mucho consuelo considerar este artificio celestial interior tan poco entendido de los mortales aunque vayan muchos por él. Y aunque en otras cosas que he escrito [11] ha dado el Señor algo a entender, entiendo que algunas no las había entendido como después acá, en especial de las más dificultosas. El trabajo es que para llegar a ellas ­como he dicho­ [12] se habrán de decir muchas muy sabidas porque no puede ser menos para mi rudo ingenio.
8. Pues tornemos ahora a nuestro castillo de muchas moradas. No habéis de entender estas moradas una en pos de otra, como cosa en hilada [13], sino poned los ojos en el centro, que es la pieza o palacio adonde está el rey, y considerar como un palmito [14], que para llegar a lo que es de comer tiene muchas coberturas que todo lo sabroso cercan. Así acá, enrededor de esta pieza están muchas, y encima lo mismo. Porque las cosas del alma siempre se han de considerar con plenitud y anchura y grandeza, pues no le levantan nada, que capaz es de mucho más que podremos considerar, y a todas partes de ella se comunica este sol que está en este palacio. Esto importa mucho a cualquier alma que tenga oración, poca o mucha, que no la arrincone ni apriete. Déjela andar por estas moradas, arriba y abajo y a los lados, pues Dios la dio tan gran dignidad; no se estruje en estar mucho tiempo en una pieza sola. ¡Oh que si es en el propio conocimiento! Que con cuán necesario es esto (miren que me entiendan), aun a las que las tiene el Señor en la misma morada que El está, que jamás ­por encumbrada que esté­ le cumple otra cosa ni podrá aunque quiera; que la humildad siempre labra como la abeja en la colmena la miel, que sin esto todo va perdido.Mas consideremos que la abeja no deja de salir a volar para traer flores; así el alma en el propio conocimiento, créame y vuele algunas veces a considerar la grandeza y majestad de su Dios. Aquí hallará su bajeza mejor que en sí misma, y más libre de las sabandijas adonde entran en las primeras piezas, que es el propio conocimiento; que aunque, como digo, es harta misericordia de Dios que se ejercite en esto, tanto es lo de más como lo de menos ­suelen decir­ [15]. Y créanme, que con la virtud de Dios obraremos muy mejor virtud [16] que muy atadas a nuestra tierra.
9. No sé si queda dado bien a entender, porque es cosa tan importante este conocernos que no querría en ello hubiese jamás relajación, por subidas que estéis en los cielos; pues mientras estamos en esta tierra no hay cosa que más nos importe que la humildad.Y así torno a decir que es muy bueno y muy rebueno tratar de entrar primero en el aposento adonde se trata de esto, que volar a los demás; porque éste es el camino, y si podemos ir por lo seguro y llano, ¿para qué hemos de querer alas para volar?; mas que busque cómo aprovechar más en esto; y a mi parecer jamás nos acabamos de conocer si no procuramos conocer a Dios; mirando su grandeza, acudamos a nuestra bajeza; y mirando su limpieza, veremos nuestra suciedad; considerando su humildad, veremos cuán lejos estamos de ser humildes [17].
10. Hay dos ganancias de esto: la primera, está claro que parece una cosa blanca muy más blanca cabe la negra, y al contrario la negra cabe la blanca; la segunda es, porque nuestro entendimiento y voluntad se hace más noble y más aparejado para todo bien tratando a vueltas de sí con Dios; y si nunca salimos de nuestro cieno de miserias, es mucho inconveniente.Así como decíamos de los que están en pecado mortal cuán negras y de mal olor son sus corrientes, así acá (aunque no son como aquéllas, Dios nos libre, que esto es comparación), metidos siempre en la miseria de nuestra tierra, nunca la corriente saldrá de cieno de temores, de pusilanimidad y cobardía: de mirar si me miran, no me miran; si, yendo por este camino, me sucederá mal; si osaré comenzar aquella obra, si será soberbia; si es bien que una persona tan miserable trate de cosa tan alta como la oración; si me tendrán por mejor si no voy por el camino de todos; que no son buenos los extremos, aunque sea en virtud; que, como soy tan pecadora, será caer de más alto; quizá no iré adelante y haré daño a los buenos; que una como yo no ha menester particularidades [18].
11. ¡Oh válgame Dios, hijas, qué de almas debe el demonio de haber hecho perder mucho por aquí! Que todo esto les parece humildad, y otras muchas cosas que pudiera decir, y viene de no acabar de entendernos; tuerce el propio conocimiento y, si nunca salimos de nosotros mismos, no me espanto, que esto y más se puede temer.Por eso digo, hijas, que pongamos los ojos en Cristo, nuestro bien, y allí deprenderemos la verdadera humildad, y en sus santos, y ennoblecerse ha el entendimiento ­como he dicho­ y no hará el propio conocimiento ratero [19] y cobarde; que, aunque ésta es la primera morada, es muy rica y de tan gran precio, que si se descabulle de las sabandijas de ella, no se quedará sin pasar adelante.Terribles son los ardides y mañas del demonio para que las almas no se conozcan ni entiendan sus caminos.
12. De estas moradas primeras podré yo dar muy buenas señas de experiencia. Por eso digo [20] que no consideren pocas piezas, sino un millón; porque de muchas maneras entran almas aquí, unas y otras con buena intención.Mas, como el demonio siempre la tiene tan mala, debe tener en cada una muchas legiones de demonios para combatir que no pasen de unas a otras y, como la pobre alma no lo entiende, por mil maneras nos hace trampantojos, lo que no puede tanto a las que están más cerca de donde está el rey, que aquí, como aún se están embebidas en el mundo y engolfadas en sus contentos y desvanecidas en sus honras y pretensiones, no tienen la fuerza los vasallos del alma (que son los sentidos y potencias) que Dios les dio de su natural, y fácilmente estas almas son vencidas, aunque anden con deseos de no ofender a Dios, y hagan buenas obras.Las que se vieren en este estado han menester acudir a menudo, como pudieren, a Su Majestad, tomar a su bendita Madre por intercesora, y a sus Santos, para que ellos peleen por ellas, que sus criados poca fuerza tienenpara se defender.A la verdad, en todos estados es menester que nos venga de Dios. Su Majestad nos la dé por su misericordia, amén.
13. ¡Qué miserable es la vida en que vivimos! Porque en otra parte dije mucho del daño que nos hace, hijas, no entender bien esto de la humildad y propio conocimiento, no os digo más aquí, aunque es lo que más nos importa y aun plega al Señor haya dicho algo que os aproveche [21].
14. Habéis de notar que en estas moradas primeras aún no llega casi nada la luz que sale del palacio donde está el Rey; [22] porque, aunque no están oscurecidas y negras como cuando el alma está en pecado, está oscurecida en alguna manera para que no la pueda ver ­el que está en ella digo­ y no por culpa de la pieza ­que no sé darme a entender­, sino porque con tantas cosas malas de culebras y víboras y cosas emponzoñosas que entraron con él, no le dejan advertir a la luz.Como si uno entrase en una parte adonde entra mucho sol y llevase tierra en los ojos, que casi no los pudiese abrir.Clara está la pieza, mas él no lo goza por el impedimento o cosas de esas fieras y bestias que le hacen cerrar los ojos para no ver sino a ellas. Así me parece debe ser un alma que, aunque no está en mal estado, está tan metida en cosas del mundo y tan empapada en la hacienda u honra o negocios ­como tengo dicho­ que, aunque en hecho de verdad se querría ver y gozar de su hermosura, no le dejan, ni parece que puede descabullirse de tantos impedimentos.Y conviene mucho, para haber de entrar a las segundas moradas, que procure dar de mano a las cosas y negocios no necesarios, cada uno conforme a su estado; que es cosa que le importa tanto para llegar a la morada principal, que si no comienza a hacer esto lo tengo por imposible; y aun estar sin mucho peligro en la que está, aunque haya entrado en el castillo, porque entre cosas tan ponzoñosas, una vez u otra es imposible dejarle de morder.
15. Pues ¿qué sería, hijas, si a las que ya están libres de estos tropiezos como nosotras y hemos ya entrado muy más dentro a otras moradas secretas del castillo, si por nuestra culpa tornásemos a salir a estas baraúndas, como por nuestros pecados debe haber muchas personas, que las ha hecho Dios mercedes y por su culpa las echan a esta miseria? Acá libres estamos en lo exterior; en lo interior plega al Señor que lo estemos y nos libre.Guardaos, hijas mías, de cuidados ajenos. Mirad que en pocas moradas de este castillo dejan de combatir los demonios.Verdad es que en algunas tienenfuerza las guardas para pelear ­como creo he dicho que son las potencias­ [23], mas es mucho menester no nos descuidar para entender sus ardides y que no nos engañe, hecho ángel de luz; [24] que hay una multitud de cosas con que nos puede hacer daño entrando poco a poco, y hasta haberle hecho no le entendemos.
16. Ya os dije otra vez [25] que es como una lima sorda, que hemos menester entenderle a los principios. Quiero decir alguna cosa para dároslo mejor a entender.Pone en una hermana unos ímpetus de penitencia, que le parece no tiene descanso sino cuando se está atormentando. Este principio bueno es; mas si la priora ha mandado que no hagan penitencia sin licencia, y le hace parecer que en cosa tan buena bien se puede atrever, y escondidamente se da tal vida que viene a perder la salud y no hacer lo que manda su Regla, ya veis en qué paró este bien.Pone a otra un celo de la perfección muy grande. Esto muy bueno es; mas podría venir de aquí que cualquier faltita de las hermanas le pareciese una gran quiebra, y un cuidado de mirar si las hacen, y acudir a la priora; y aun a las veces podría ser no ver las suyas por el gran celo que tiene de la religión. Como las otras no entienden lo interior y ven el cuidado, podría ser no lo tomar tan bien.
17. Lo que aquí pretende el demonio no es poco, que es enfriar la caridad y el amor de unas con otras, que sería gran daño. Entendamos, hijas mías, que la perfección verdadera es amor de Dios y del prójimo, y mientras con más perfección guardáremos estos dos mandamientos, seremos más perfectas.Toda nuestra Regla y Constituciones no sirven de otra cosa sino de medios para guardar esto con más perfección. Dejémonos de celos indiscretos, que nos pueden hacer mucho daño. Cada una se mire a sí. Porque en otra parte os he dicho harto sobre esto [26], no me alargaré.
18. Importa tanto este amor de unas con otras, que nunca querría que se os olvidase; porque de andar mirando en las otras unas naderías, que a las veces no será imperfección, sino, como sabemos poco, quizá lo echaremos a la peor parte, puede el alma perder la paz y aun inquietar la de las otras: mirad si costaría caro la perfección.También podría el demonio poner esta tentación con la priora, y sería más peligrosa. Para esto es menester mucha discreción; porque, si fuesen cosas que van contra la Regla y Constitución, es menester que no todas veces se eche a buena parte, sino avisarla, y si no se enmendare, al prelado [27]. Esto es caridad.Y también con las hermanas, si fuese alguna cosa grave; y dejarlo todo por miedo si es tentación, sería la misma tentación. Mas hase de advertir mucho (porque no nos engañe el demonio) no lo tratar una con otra, que de aquí puede sacar el demonio gran ganancia y comenzar costumbre de murmuración; sino con quien ha de aprovechar, como tengo dicho [28].Aquí, gloria a Dios, no hay tanto lugar, como se guarda tan continuo silencio; mas bien es que estemos sobre aviso.




Abu-L-Hasan Al-Nuri (de Bagdad): Moradas de los corazones


Capítulo I: Descripción de la casa del corazón del creyente

Debes saber que Dios -enaltecido sea- creó una casa en el interior del creyente, que se llama corazón (qalb). E hizo soplar en esta casa un viento que procede de Su generosidad, y con él la purifica de la asociación, de la duda, de la hipocresía y de la discordia. Luego envió Dios a esta casa una nube procedente de Su gracia. Y al hacer que lloviera sobre la casa del corazón, hizo que distintas clases de plantas germinaran: las plantas de la certeza, las plantas de la confianza, las plantas del temor a Dios, las plantas de la esperanza y las plantas del amor. Entonces Dios colocó en el fondo de la casa el diván de la Unidad, y extendió sobre el diván el tapiz de la satisfacción. Luego plantó frente a la casa el árbol de la gnosis, cuyas raíces penetran el corazón del creyente, mientras que sus ramas se extienden al cielo, llegando justamente debajo del Trono de Dios (Corán 14,24). Y Dios puso a la parte derecha (de este árbol) el diván, y, a su parte izquierda, un tálamo, formado por Sus leyes. Entonces abrió Dios (en la casa del corazón) una puerta que conduce al jardín de Su misericordia, donde ha plantado distintas especies de plantas aromáticas: plantas de alabanza, y planta de exaltación, y plantas de glorificación, y plantas de la rememoración de Dios. Entonces cerro esta puerta para evitar que le ocurriera daño alguno (al corazón del creyente), y guardó la llave, y no la confía a ninguna de Sus criaturas: ni siquiera a Gabriel, Miguel, Israfil, o a ningún otro. Entonces dijo el Señor - grande es Su Majestad- : "Éste es Mi tesoro sobre Mi tierra, el lugar de Mi mirada y la mansión de Mi tawhîd (proclamación de Mi Unidad). Yo soy el que habita en esta Morada de refugio. ¡Qué bendito Morador y qué bendita Morada!".

ASIGNATURA TRONCAL (MAÑANAS): La importancia de la fecha o cómo el tiempo afecta la creación

domingo, 21 de febrero de 2010

J. Pollock. The Guardians of the Secret


IDIOTA: Es un Jackson Pollock precioso, verdad? Que te sugiere?

Chica INTELECTUAL: Confirma la negatividad del universo. La abominable, solitaria vacuidad de la existencia -la Nada-, el trance del hombre, obligado a habitar una eternidad sin dioses, como una diminuta llama parpadeando en un inmenso vacio, para dar forma a una inutil y desierta camisa de fuerza en un cosmos negro y absurdo.

ID: ¿Que haces el sabado por la noche?

Chica IN: Me voy a suicidar.

ID: Entonces, ¿el viernes por la noche?

viernes, 19 de febrero de 2010

ASIGNATURA OPTATIVA: Resumen de la primera clase (17 de febrero de 2010)


"Madonna regresa a Malaui para iniciar la construcción de un colegio"
http://terratv.terra.cl/Entretenimiento/Musica/4408-138778/Madonna-construye-escuela-en-Malawi.htm


Primera Piedra residencias públicas (1950) from Memoria de Cuba on Vimeo.





Después de una primera clase dedicada a presentar el programa y exponer algunos datos básicos, la segunda clase estuvo centrada en detallar el programa con más precisión, aportar dos últimas nociones básicas, e iniciar la explicación del primer tema: la supervivencia de un antiguo rito fundacional, la ceremonia de la colocación de la primera piedra, cuyo comentario solo fue planteado.


Programa de la asignatura optativa Mito y arquitectura



I.- PRESENTACIÓN


1.- Objetivo del curso: estudiar el imaginario arquitectónico antiguo, relacionado con la cultura occidental (bases orientales y greco-latinas), y apreciar si dichas imágenes siguen teniendo vigencia.
Estudiar el origen o las fuentes del imaginario arquitectónico moderno.
2.- Introducción a los mitos sobre el origen y la práctica arquitectónica en sociedades antiguas, tradicionales y primitivas
3.- Mito, leyenda, y cuento: parecidos y diferencias
4.- Qué es un mito, qué función cumple
5.- Qué figuras míticas intervienen en los mitos de la arquitectura
6.- Dioses de las artes y dioses de la arquitectura



II.- INTRODUCCIÓN


1.- Mito y rito: qué relación mantienen


2.- Supervivencia de mitos arquitectónicos: la colocación de la primera piedra, y la colocación de una bandera


3.- Qué concepción de la arquitectura expresan los mitos: ritos y costumbres populares acerca de la construcción. La casa como un organismo vivo.


4.- Creación y destrucción: la arquitectura y sus causas; el creador como un ser maligno que turba la armonía del espacio originario de los inicios. Distintas concepciones entre el Paraiso y la arquitectura (mundo bíblico, griego y romano / mundo mesopotámico)



III.- MITOS Y RITOS EN EL PRÓXIMO ORIENTE ANTIGUO


1.- Cristianismo primitivo:
a) Leyenda de Santo Tomás y sus conexiones con leyendas y fábulas orientales
b) La leyenda de Santa Bárbara
c) Cristo como arquitecto


2.- Mesopotamia
a) El panteón sumerio: An, Enlil y Enki o Ea
c) Enki: dios de la arquitectura: personalidad, trabajos y relación con la arquitectura. Dios creador y ordenador. Imagen de la arquitectura a través de los mitos que protagoniza (Enki y el ordenamiento del mundo, Enki y Ninhursag...)
d) La obra de Enki. El zigurat. Relación con la torre de Babel
e) Ritos fundacionales mesopotámicos



IV.- MITOS Y RITOS EN EL MUNDO GRECO-LATINO


1.- Grecia:


a) Dioses y héroes de la arquitectura: Prometeo, Atenea, Hefesto, Apolo; Dédalo

b) Dédalo y el laberinto. Comentario del mito

c) Hefesto: el dios cojo. Significación de la desviación física como signo del poder creativo. El imaginario del forjador.

d) Apolo: él mito de la fundación de Delfos. Dios luminoso y tenebroso. Relación con Dionisos

e) Mitos y ritos fundacionales: Apolo y el ecista (fundador)


2.- Roma

a) Jano y Saturno: El mito de la Edad de Oro

b) El mito de la fundación de Roma. Rómulo, Remo y el crimen inicial



V.- CONCLUSIONES


Nota: Las clases se centrarán en las culturas mesopotámica y griega. Roma será mencionada, y apenas podremos referirnos a los mitos fundacionales egipcios y a las figuras de Ptah y Osiris, divinidades constructoras.


1.- Características de los dioses y héroes de la arquitectura


2.- Mitos fundacionales en otras culturas
3.- El hábitat como lugar de recogimiento y acogida



La clase del día 17 de febrero de 2010 (segunda clase del curso) estuvo dedicada principalmente a exponer tres nociones básicas para poder valorar mejor el pensamiento mítico.


1.- Relaciones entre mito y rito:


Aunque no siempre acontece de este modo (se conocen ejemplos de prácticas rituales no relacionadas con ningún mito, así como de ritos que han dado lugar a mitos explicaciones creados a posteriori), el mito suele preceder al rito, y lo funda o lo justifica.
En efecto, un mito suele contar la primera aparición de un fenómeno (físico, psíquico) que afecta la vida del ser humano ( la primera guerra, la primera enfermedad, el primer ser humano, la primera labranza, etc.). Éstos responden a acciones llevadas a cabo por seres sobrenaturales (divinidades -como las que están en el origen de la arquitectura y la ciudad-, héroes, seres primordiales, etc.), en los tiempos del mito, es decir, in illo tempore, en un tiempo anterior al tiempo -que no es el tiempo histórico ni el tiempo de los humanos.
La función del mito consiste en explicar lo inexplicable, que afecta al ser humano (las razones de las enfermedades, las pasiones, las guerras, los cataclismos, etc.), y atribuir su origen a seres infinitamente superiores, esencialmente distintos, a los humanos, cuyas acciones no tienen porque ser justificadas y sobre las que nada puede hacerse, cuya ejecución no puede remediarse. De este modo, la angustia del ser humano ante las consecuencias de sus actos se ve aminorada: aquél no es responsable de lo que hace, sino que lo que emprende siempre es una decisión divina (los humanos son títeres en manos de las divinidades, se postulaba en Grecia) y sigue unas pautas decomportamiento o actuación no concebidas o planificadas por los humanos.



2.- Tiempos cíclico y lineal


Toda vez que los mitos cuentan lo que aconteció en un tiempo antes del tiempo, es decir, en el tiempo de los inicios, cuando el universo fue engendrado y todo lo que lo constituye estaba en su mejor momento, aún no degradado por el tiempo, es normal que los humanos sueñen con dichos tiempos, no marcados por la destrucción física y temporal.
Teniendo en cuenta, además, que en la mayoría de las sociedades antiguas o tradicionales, el tiempo es concebido cíclicamente (el mundo se genera, se degrada y se regenera anualmente, cada año equivaliendo a la vida del universo), es necesario garantizar que el tiempo de los inicios volverá, algo no evidente en pleno invierno, cuando la vida inverna.
Un rito, entonces, tiene como función acelerar la renovación de los tiempos o garantizar al menos el correcto funcionamiento de los ciclos vitales. Los humanos, tradicionalmente, siempre han temido que la renovación no llegue a acontecer, que los días sigan acortándose y los bienes vayan menguando para siempre.
Un rito consiste enuna repetición, practicada por seres autorizados, en conexión con las potencias superiores (sacerdotes, magos, chamanes, reyes, etc., considerados los representantes del más allá en la tierra), de los gestos y las fórmulas con las que los seres primordiales dieron nacimiento a un determinado fenómeno u cosa. De este modo, el mundo se restaura, la vida se renueva, y los humanos se ven transportados al tiempo de los inicios, no marcados por la decadencia.
Precisamos que esta relación entre mito y rito se basa en una concepción cíclica del tiempo -cada año el tiempo y el mundo se renuevan, como si la creación volviera a empezar-, tradicionalmente relacionada con culturas antiguas y tradicionales, salvo para la hebrea y la romana (y, posteriormente, la cristiana). En efecto, para estas tres últimas, el tiempo es lineal. Los hechos se suceden inevitablemente y ya no cabe vuelta atrás. Los tiempos no vuelven. Sin embargo, mientras que en Roma, los tiempos de los inicios son paradisíacos y lentamente se degradan (¿hasta cuándo?; no se sabe, si bien todos los monarcas, como Augusto, trataron de regresar a los orígenes y el mismo último emperador, en un momento de máxima descomposición del Imperio Occidental, recibió el nombre de Rómulo Augustulo, asociando los nombres del fundador de Roma -Rómulo- y del renovador del mundo romano -Augusto-, a fin de tratar de torcer la flecha del tiempo), en Israel y en el Cristianismo, los tiempos, desde unos inicios paradisíacos, sucedidos por una lenta degradación (como en Roma), se dirigen, desde el momento mismo de la llegada del Mesías (que ya ha acontecido para el Cristianismo, o cuya venida se espera en el Judaismo) hacia una nueva era paradisíaca (que, para el Cristianismo, ya se ha producido desde la resurrección del dios cristiano, y en Israel ya despunta gracias al pacto entre Yavhé y "su" pueblo).
Finalmente, se comentó que el hecho que la arquitectura tuviera, en todas las culturas, un origen sobrenatural (es decir, que quienes ordenaron el espacio y construyeron el primer edificio fueran seres sobrehumanos), no debe sorprender, ya que todas las prácticas artísticas (musical, poética, plástica, artesana, agrícola, etc.) siempre han sido consideradas como aportaciones divinas para solventar la degradación del mundo. Por tanto, del mismo modo que existen dioses de la poesía, la música o las artes plásticas (en el mundo greco-latino: Apolo, Orfeao, Atenea o Minerva, etc.), también existen divinidades a las que se atribuye la invención de la arquitecura y las primeras prácticas edilicias a partir de unos conocimientos posteriormente transmitidos a unos determinados seres humanos (artesanos, magos, chamanes, sacerdotes, artistas, poetas, profetas) considerados, desde entonces, como unos seres excepcionales, necesarios y temibles (ya que estaban al tanto de los secretos de la creación, necesarios para la renovación anual de los tiempos).



3.- Arquitectura y mal


Este último comentario dio pie a una observación curiosa: en el inicio de los tiempos (al menos en la mayoría de las tradiciones, salvo en Mesopotamia, como veremos), los tiempos de los inicios, siempre paradísiacos, no tenían la necesidad del arte ni de la arquitectura. En un espacio en el que nada faltaba, regido por la armonía entre los elementos y los seres que lo pueblan (divinidades, humanos y animales), los objetos artesanos y artísticos, que tienen como fin suplir las deficiencias humanas (acrecentando su fuerza -útiles, armas-, prolongando su existencia -imágenes, medicina y magia-, preservando bienes perecederos -útiles-, etc.) no tienen razón de ser. Y tampoco la arquitectura. En ausencia de peligros (físicos y psíquicos, tales como enfermedades, males, enemistades), el ser humano no necesita protegerse ni esconderse. El techo protector (el espacio acotado, defendido, la cubierta, etc.) no tienen lugar. El ser humano no está expuesto a peligro alguno.
La aparición de las artes y la arquitectura, entonces, es consecuencia del inicio de la degradación de los tiempos, causada por la irrupción del mal, que genera enemistades y el enfrentamiento entre los vivientes. Desde entonces, éstos necesitan guarecerse.
Habitualmente, los males han sido causados por seres primordiales ambiciosos o curiosos, que han querido ir "más allá". Como compensación, deben hallar alguna solución o algunas soluciones que impidan que el mal, que han generado y difundido, acabe con la vida. Aquéllas son las artes. Y quienes las descubren son los mismos que han acabado con el paraíso. En el Génesis bíblico, Caín, tras asesinar a su hermano Abel, es expulsado del Paraíso pero, en el último minuto, autorizado por Yavhé para fundar una ciudad donde se refugiarán todos aquéllos a quienes los males persiguen.


Esta relación entre la arquitectura y las artes, y el mal, ha sido una constante en todas las culturas, como iremos viendo. El mal que portan o encarnan les distingue del resto de los vivientes y les faculta para hechos extraordinarios (horrísonos y deslumbrantes).
El creador (el artista, el arquitecto) aparece así, en todas las culturas, como un ser bifronte o doble, capaz de lo peor -y lo mejor.